miércoles, 12 de mayo de 2010

Cita



La gracia de ser escritor es poder crear un personaje más atractivo que tú.

RICHARD FORD

© de la ilustración Alex Waterhouse-Hayward (fuente: google)

9 comentarios:

  1. Eso, cuando eres lo suficientemente bueno (o no eres tan rematadamente malo) como para crear algo o alguien realmente atractivo. Porque en ocasiones el personaje es más despreciable que el autor.
    Saludos.

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  2. Estoy de acuerdo, Vázquez, pero también hay que tener en cuenta que, en ocasiones, los personajes más despreciables son los más atractivos, como el Valmont de "Las relaciones peligrosas", por poner un ejemplo. Yo creo que en literatura, "despreciable" y "atractivo" forman una buena pareja.

    Un saludo.

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  3. ...lo malo es que en la vida real también la forman, ;), ...y de eso se nutren algunas buenas literaturas

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  4. Ay, sí... la verdad es que sí!! Esta vez estoy completamente de acuerdo. Lo atractivo de estos personajes supongo que puede encontrarse en que hacen, piensan o representan algo lo suficientemente intenso como para merecer la pena ser contado.
    En mis dos últimas novelas me costó despedirme de alguno de sus personajes... me quedé enganchada! A veces atractivo y despreciable son elementos inseparables, pero otra muchas, no. Por lo menos para mí.
    Besos miles

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  5. ¿Y no creéis que, ya sean atractivos o despreciables, los personajes tienen mucho de su autor?

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  6. En algunos casos son el alter ego (generalmente ) Pero no , necesaríamente .

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  7. Efectivamente, Poma, yo creo que todo lo que el escritor es capaz de poner sobre el papel de una forma convincente, es porque alguna vez lo ha sentido. Puede haber excepciones, por supuesto, pero al igual que dicen que toda primera novela es autobiográfica, pienso que todo escritor deja trazas de sí mismo en sus obras.

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  8. Claro que los personajes tienen mucho del autor, lo bueno es que a veces el propio autor no lo sabe.

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  9. Sí, Ángel, y al contrario también ocurre, al menos a mí, que en ocasiones temo ser demasiado transparente.

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