viernes, 14 de mayo de 2010

Como dos extraños



Llueve. Ella ha subido al coche deprisa y no se han dicho casi nada; un saludo frío y cuatro palabras, lo justo, como dos extraños. Él la mira, descarado, a través del retrovisor. Al cruzarse las miradas, ella baja los ojos avergonzados, incómoda, y se pone a rebuscar en su bolso, buscando nada, sólo por ganar tiempo, por disimular, por no hacer ver que la pone nerviosa su mirada. Él va a decir algo, pero ¿para qué?, si no le va a hacer caso. Lo piensa mejor y enciende un cigarrillo. No le pide permiso, tampoco le ofrece tabaco. Siempre lo hace así. A ella no le importa, no le apetece fumar.

Parados en un semáforo, él mira con descaro a una jovencita que cruza la calle moviendo el culo exageradamente y dando vueltas al paraguas de colores chillones, y ella no reacciona, se queda impasible. Sólo piensa que la chica es mona y que lleva los vaqueros demasiado ceñidos, pero no le da más importancia. Ahora es ella quien enciende un cigarrillo, aunque sigue sin apetecerle, pero está inquieta y tiene prisa por llegar a casa y bajar del vehículo. Él manipula el dial de la radio hasta encontrar una emisora de su gusto. Piensa en preguntarle si le gusta esa canción, pero de nuevo desiste de hablar con ella. La música llena el vehículo, pero ella no da muestras de oírla. Afuera, la ciudad pasa, ajena a sus sentimientos.

Finalmente, para frente a la casa de ella, en doble fila; poniendo el brazo sobre el respaldo del asiento del copiloto, se da la vuelta y, mirándola directamente a los ojos, le dice: “Hemos llegado”. Ella, cortés, esboza un sonrisa mecánica mientras se quita los auriculares del Ipod y le pregunta: “¿Cuánto le debo?”

JAVIER VALLS BORJA
octubre 2009 - febrero 2010

© de la fotografía Toni Verd (fuente: flickr), publicado bajo una licencia Creative Commons

12 comentarios:

  1. ¡¡BORDADO!!!!
    de impresión, javier. Se va viendo venir, PERO, el elemento introducido al final te da ya el revolcón y entonces es cuando, del posible juego planteado con el lector, a éste le queda el gol con sentido, con mensaje, y entonces, es cuando sale el "¡genial!", pensando en la alienante realidad que ciertos hábitos de este modo de vida procuran
    Me ha encantado.
    (tú también vas a terminar por hacer que me aficione a la lectura del relato, ;)
    Un beso

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  2. Me gusta cómo planteas y resuelves situaciones cotidianas dándoles ese aire de misterio y poesía que la propia realidad no tiene o que nosotros no sabemos encontrar y que tu nos muestras apartándolas de la banalidad, convirtiéndolas en breves, grandes, trozos de vida. Un fuerte abrazo, Javier.
    Nicolás Calvo.

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  3. Que bueno ¡¡
    Te superas,Valls ¡¡

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  4. Bueniiiiiiiiiiiiiiiiisimo este micro relato.
    Me encantan algunas frases que magistralmente situadas acaban grabadas en el cerebro del lector: como dos esxtraños; buscando nada, sólopor ganar tiempo; la ciudad pasa, ajena a sus sentimientos.
    Me lo llevo al muro del feis, bueno lo intento que yo para estas cosas ya sabes que no soy muy hábil.

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  5. Gracias, Sofía. ¡Cómo se nota que me quieres! Y no lo digo porque me halagues, sino porque salta a la vista que me lees con atención. Ojalá los jurados fueran, ya no tan entusiastas con mis obras como tú, sino que se dignaran leer dos veces el relato. Yo creo que muchas composiciones necesitan más de una lectura para "llegar".

    Este relato lo escribí originalmente en valenciano para un certamen que organiza una entidad cultural de Castellón, pero no llegó a la final. Sí lo hizo, en cambio, el otro que envié, y que colgaré en unos días debidamente traducido y corregido, ya que la mayoría de mis lectores sois castellanoparlantes, aunque subiré también los originales para quienes deseen leerlos tal como los concebí. Ya es el segundo año que quedo finalista en ese certamen, pero siempre es otro el que se lleva el gato al agua. Habrá que seguir intentándolo, aunque, como dice un amigo mío que ha sido parte integrante de jurados, lo difícil es llegar a la final, el que te den el primer premio es una lotería. De todos modos, me ha ocurrido lo mismo que el año pasado, y es que, una vez leídos los diez finalistas, hay varios que me parecen bastante mejores que el ganador. Pero bueno, esto es así, y hemos de asumirlo desde el mismo momento en el que decidimos entrar en el juego; quizá, si yo gano algún día, haya alguien que diga que los otros eran mejores que el mío.

    Beso.

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  6. Nicolás, amigo, mi escuela es la lectura, y entre mis lecturas preferidas no se hallan obras aparatosas, grandiosas, ni espectaculares. Me gusta la gran literatura que cuenta historias pequeñas, y a ella intento emular. Recuerdo ahora dos de mis novelas favoritas, "Entre visillos", de Carmen Martín Gaite, y "Nada", de Carmen Laforet, entre otras muchas que hablan de lo cotidiano, de lo que algunos calificarían como mediocridad, pero que, al formar la gran masa del conjunto de la vida, merece una atención especial. Mal que nos pese, lo ordinario es lo que conforma la vida, no lo extraordinario.

    Un fuerte abrazo.

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  7. Poma, con tan sólo cinco palabras me has alegrado el día, tómate lo que quieras. ;)

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  8. Ángel, gracias, amigo, por tus palabras y por la difusión. Son esas frases que tanto te gustan, precisamente, las que más me cuestan, y son, como dice Nicolás, las que convierten una situación cotidiana en algo novedoso, como visto con otros ojos. Yo tuve un maestro en el colegio, don Antonio Pastor, y desde aquí mi recuerdo para él, que nos fascinaba contando las cosas más nimias como si de una gran aventura se tratase, y nos tenía a todos con la boca abierta como pajaritos. Es el aliño lo que hace buena una ensalada.

    Un abrazo.

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  9. Estupendo en su brevedad, que es la justa extensión, ni más ni menos. Crónica y ejemplo de los encuentros entre personas a quienes el destino nunca va a unir.
    Excelente.

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  10. Gracias, Vázquez... Como tú bien dices, la vida es un lugar de desencuentros entre las personas.

    Saludos.

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  11. Muy bueno el relato. Me encanta la asociación de personajes, buen lugar de desencuentro. Besos

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  12. Gracias, Lola. El desencuentro entre las personas es un tema que me encanta tratar..., la soledad, en definitiva.

    Beso.

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