martes, 22 de junio de 2010

Cita



El esfuerzo de iniciar a un niño en el apasionante mundo de los libros es tan maravilloso, que parte de la recompensa radica en él.

JAVIER VALLS

© de la fotografía Javier Valls

14 comentarios:

  1. Pues sí, porque si consigues que el chaval o chavala se aficione y comience a "bucear" por si mismo en el apasionante mundo de los libros, sientes una satisfacción mayor que si te concedieran el mejor Doctorado "honoris causa".
    Saludos.

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  2. Sí, Vázquez, porque crear lectores es formar personas.

    Un saludo.

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  3. ¡olé!!!...que alegría verte la cara y que sorpreson que sea tu cita, jolín, eso, ésta sí que me gusta.
    Ni te la comento, para qué...;)..:D
    Y venía a decirte que te debo un correo, qu me has pillado más liada de lo normal, ¿vale?, pero que tengo algunas cosas que contarte, :)
    Un beso enorme, Javier

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  4. jajajajajaja! para variar una foto del mismisimo Javier!!! jajajajajaja. gracias por tu imagen.

    besos!

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  5. Javier, una preciosa frase que recoge una verdad enorme como el Himalaya. Cuando los niños ojean los libros con esa cara y esos ojos de asombro y pasean sus deditos por las hojas y hablan en voz alta y se cuentan un cuento... Creo que es lo más hermoso de acercarles a este mundo en el que vivimos que no siempre es bonito. Su imaginación hace el resto. :D
    Por cierto, muy guapetón en esa foto...
    Besos

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  6. Y es un esfuerzo bastante complicado, Javier, porque la persona a la que se le quiere iniciar en el gusto por la lectura no debe percibir que a la lectura se le asocie esfuerzo alguno. Por otra parte, y aquí hablo echando mano de mi experiencia como padre, quien mejor convence a un niño de que la lectura es un buen modo de vivir parte de su tiempo, es el autor o autora del libro que lee: mi afición a la literatura se la debo más a Enid Blyton, Robert Louis Stevenson o Conan Doyle que a ninguno de los muchos profesores de literatura que me obligaban, no sólo a leer, sino a comentar y resumir lo leído.

    Por otra parte, voy a discrepar parcialmente de tu respuesta al comentario de Vázquez. Posiblemente, quien lea -y entiendo por "leer" más que el hecho de devorar un libro tras otro, el de asimilar lo leído, es decir: que después de leer, se piense en lo que se ha leído. Esto, obviamente, no es mío, ya lo dijo mucho mejor Antonio Machado por boca de Juan de Mairena-, decía que, posiblemente, quien lea de modo habitual sea mejor persona que quien no lo haga, no lo sé, pero creo que habremos conocido a alguien que no leía pero que era o es una bellísima persona, y también nos habremos topado en la vida con algún lector empedernido cuyas virtudes personales dejaban mucho que desear. Me viene a la mente ahora la figura del analfabeto, hombre rural, trabajador, pero juicioso, cabal y discreto, consciente de su ignorancia y dueño de su silencio ("al buen callar llaman Sancho"). Dentro de unos días hablaré de un par de libros, uno de ellos ya conocido, que versan sobre este asunto: "Si quieres...lee", de Juan Domingo Argüelles, y el clásico "Como una novela", de Daniel Pennac.

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  7. La lectura te abre los ojos al mundo...y eso...no se paga con nada...besos

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  8. jajajajjajaaaa... Sofía, gracias por ese ¡olé!

    Y no te preocupes, ya me escribirás cuando puedas, que entre amigos no hay compromiso.

    Beso.

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  9. jajajaaaaa... conste que no es narcisismo, Ericarol, es que siempre ilustro las citas con la foto o caricatura del autor, y yo no iba a ser menos...

    Beso.

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  10. Es cierto, Lola, lo mejor de descubrirles el mundo de los libros es ver cómo hacen suyas las historias, y se las cuentan a sí mismos de un modo totalmente distinto al original, desarrollando así su imaginación y creatividad.

    En cuanto a la foto, psé..., es del año pasado; ahora, como ya tengo poco pelo, voy completamente rapado, con la disconformidad de mi mujer, que dice que no tengo el cráneo bonito, jajajjaaaaaa...

    Beso.

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  11. Jaime, también Enid Blyton es el principal culpable de que hoy en día yo sea un buen lector. No ha sido el único autor, claro que no, pero sí el más leído y releído por mí durante mi infancia y primera adolescencia. Lo releía en parte porque no podía comprar un libro cada vez que me apetecía; los pedía para Reyes y cumpleaños, y de vez en cuando, "sisándome" a mí mismo dinero del que me daban para ir a la feria o para comprar golosinas, me hacía con algún ejemplar nuevo. Otro problema era que en la biblioteca municipal no solían renovarlos a menudo, pero bueno, siempre se podía echar mano de clásicos como Huckleberry Finn o La isla del tesoro.

    En cuanto a lo de formar personas, quizá me he expresado mal: no quise decir buenas personas, está claro que todos conocemos a buena gente poco o nada leída, sino personas con criterio propio y capacidad de análisis, capaces de enfrentarse a cualquier reto intelectual que se propongan, y entre ellas, naturalmente, también pueden haber malas personas.

    Nos veremos por tu blog. Un abrazo.

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  12. Cierto, Marita; yo creo que el mundo de los que no leen es más pequeño.

    Beso.

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  13. Hombre, una autocita. Pues sí, la comparto, te llevas grandes recompensas, y no es fácil, al menos en mi caso, les obligan a leer cosas los profesores que pueden traumatizarles, no porque sean malas obras (casi siempre clásicos mitificados) sino porque no es el momento ni la edad. Y por cierto que bonito eso de sisarte dinero a ti mismo del destinado a golosinas para dedicarlo a comprar libros, a mi me traían los reyes magos los libros de Enid Blyton, que es curioso, siempre estuve convencido de que era un hombre, y como no de Stevenson, cómo disfruté con "La flecha negra" lo leí tantas veces que se caían las hojas a pedacitos. De padres lectores es muy probable que salgan hijos lectores y que a su vez, ellos en su momento, formen personas.

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  14. Vaya, Ángel, gracias a tu comentario acabo de descubrir, o redescubrir, que Enid Blyton es una mujer. Yo siempre había estado convencido de que lo era, supongo que por el nombre, que, aunque era completamente desconocido para mí, me sonaba femenino. Pero hace unos pocos años, alguien me dijo que era un hombre y yo, que no conocía absolutamente nada de su vida privada, lo tomé como cierto sin hacer ninguna comprobación, como he hecho ahora. Enid Blyton, pues, era una mujer.

    En cuanto a lo que dices de las lecturas obligatorias y no siempre acertadas del colegio, tema que ya hemos hablado tú y yo en otras ocasiones, coincido con Jaime: para gustarte leer has de enamorarte de la historia; lo contrario es un suplicio.

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