miércoles, 20 de octubre de 2010

Esclavo de la libertad



—Ahora eres libre de amarme; no hay nada que te lo impida.—¿Libre? No. Si te amo, dejaré de serlo.
—¿Y antepones la libertad al amor?
—¿Cómo puedo amar las cuerdas que me atan?
—¿Que te atan? ¿Acaso te sojuzgo? Te doy toda la libertad que quieres.
—No puedes darme lo que ya es mío; mi libertad no te pertenece.
—No se puede vivir sin amor.
—No se puede vivir sin libertad.
—Mucha gente lo hace.
—También viven sin amor.
—Pero, la libertad no es más que una quimera.
—Y el amor no es más que un yugo.
—No puedes renunciar a todas las demás cosas en nombre de la libertad. ¡No debes! Eso sería como huir de tu propia vida, de lo que te es dado, de todas las posibilidades de elección.
—Yo ya he hecho mi elección.
—Si no eres esclavo del amor, lo serás de cualquier otra cosa.
—Sí, seré esclavo de mi libertad.

JAVIER VALLS BORJA
octubre 2010

© de la fotografía purplemattfis (fuente flickr ), publicado bajo una licencia Creative Commons

6 comentarios:

  1. Ante todo, Javier, debo decir que escribes maravillosamente. Qué texto tan bien hilado y tan bien escrito. Me quito el sombrero y te felicito.
    ¡Al lío!:
    Si esa persona debe plantearse amar o no, es que no ama. Amar no es una elección: es algo que surge espontáneamente, lo quieras o no. El que ama no desea ser libre; en el amor se desea pertenecer al otro, se desea "libremente" ser del otro (en el aspecto espiritual, por supuesto). Lo que sí puede es negarse a corresponder a ese amor..., pero si se ama, aunque no se desee correponder, se es esclavo de ese nuevo sentimiento: el amor frustrado.
    Me parece bien que la persona que no desee amar se aleje de los compromisos y se quede libre. Demasiados hay que, sin estar dispuestos a amar, a entregarse, amargan la vida del otro que espera una entrega sincera... quebrando su libertad.
    Ea, yastá!!!
    Me encantas y me encantas!!!!
    Besos miles :D

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  2. Lola, la más madrugadora... Gracias por tus palabras, que ya sabes que me empujan a seguir adelante.

    En cuanto al "lío" :)), copio y pego lo que ya he dicho en Colectivo TocArte, donde también he publicado el microdiálogo

    http://colectivotocarte.blogspot.com/2010/10/trabajo-javier-valls-libertad.html

    Javier Valls dixit: "Yo creo que todos hemos de renunciar a una parte de nuestros más íntimos anhelos para poder convivir con los demás, que a su vez hacen lo mismo, en un toma y daca. Los que no llegan al convencimiento de que en esa renuncia está el secreto de la convivencia son aquellos a quienes los demás percibimos como personas solitarias."

    Beso.

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  3. «Javier Valls dixit: "Yo creo que todos hemos de renunciar a una parte de nuestros más íntimos anhelos para poder convivir con los demás, que a su vez hacen lo mismo, en un toma y daca. Los que no llegan al convencimiento de que en esa renuncia está el secreto de la convivencia son aquellos a quienes los demás percibimos como personas solitarias."»
    Cierto... pero también, personas egoístas. Porque por desgracia, a veces, esas personas se decantan por aceptar un amor pero no a darlo. ¡Pobre «del» o «la» que vive con alguien así, porque no siempre es fácil verle el plumero!
    Besos

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  4. Totalmente de acuerdo, Lola, pero en defensa del "esclavo de su propia libertad" del relato que nos ocupa, he de decir que él cambia una cosa por la otra, ha elegido, se limita a defender su libertad, reconociendo que no quiere que se interponga el amor; pero no es uno de esos aprovechados a los que tú te refieres que, haberlos, haylos. Ahora, si después es un triste por encontrarse sólo, ese ya es otro cantar.

    De todos modos, el tema de las relaciones humanas es muy complicado, y lo que te va bien a ti, no le ajusta al otro, o le hace arrugas, o le aprieta, que es lo que tiene el prêt à porter. La alta costura, o incluso la ropa de no tan altos vuelos, como el traje que te hace a medida el sastre de tu barrio, no existe en el amor, ni siquiera en la amistad o en el día a día con un vecino. No hay una relación que te siente como un guante, siempre hay un roce, una fricción, un zapato que te aprieta y te hace llagas... Yo creo que la cosa va más con cómo te complementes con tu pareja, si la tienes, que con las ideas que puedas tener a priori sobre si las relaciones han de ser de tal o cuál manera. Volviendo al símil de la ropa, quizá la prenda que más te gusta llevar, con la que más a gusto te sientes, no sea la mejor que podrías haber comprado, ni la más cara de las que tienes, pero sí es la que más te favorece, o con la que más cómodo vas.

    Bueno, no sé si me he explicado o he liado más la madeja, pero lo que está claro es que, hoy que no ha venido nadie más por aquí, nos hemos bastado y sobrado los dos solitos para mantener un debate de altos vuelos... ¡Anda que no somos nosotros nadie!

    Beso.

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  5. Mantengo lo dicho en el blog del colectivo de nombre sensual Toc Arte, a saber....
    Querido Javier.
    No dejas de sorprenderme.
    En apenas dieciseis o diecisiete líneas has contado una historia llena de matices y de detalles.
    Me llama la atención que no sobra ni una palabra, no hay nada innicesario del tipo- dijo él-, o - respondió ella- en todo momento se sigue el hilo sin ayudas.
    Eso sólo lo saben hacer los grandes de la literatura.
    Un abrazo artista.

    Sobre el tema del relato me quedo preocupado, ¿acaso no existe libertad con amor o amor con libertad, no se puede aspirar a las dos cosas?
    Y conste que no estáis solos,es que me gusta llegar tarde para darme importancia.

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  6. Pues yo, como allí, te digo que te pasas, Ángel, ya que, de grande, nada, pero la intención es lo que cuenta y la tuya es inmejorable. Gracias, amigo.

    En cuanto al tema de si pueden coexistir el amor y la libertad, yo creo que no, al menos no la libertad absoluta, ni en una pareja convencional. No puedes hacer lo que te venga en gana sin tener en cuenta la opinión de tu pareja y, si lo haces, ya no dispones de esa libertad. Es la pescadilla que se muerde la cola. Ahora bien, el que tú estés dispuesto a asumir esa cortapisa significa que estás aceptando unas condiciones, no que seas libre.

    He leído un par de artículos psicológicos sobre el tema que me han parecido muy interesantes. Uno de ellos empieza así:

    "En la relación amorosa se pone en juego la libertad individual a favor del vínculo. Pero un vínculo de esta clase no puede durar porque la libertad es esencial para un ser humano, y en algún momento se pondrá esta necesidad en evidencia."

    Por si os interesa seguir leyendo, os pego los enlaces:

    http://psicologia.laguia2000.com/general/el-amor-y-la-libertad

    http://psicologia.laguia2000.com/el-amor/la-libertad-en-la-pareja

    (lo siento, pero en los comentarios no funcionan los enlaces, habréis de copiar y pegar)

    Y tú no necesitas hacerte de notar para darte importancia; aquí eres importante siempre.

    Un abrazo.

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