miércoles, 13 de abril de 2011

Cita


No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan.

JEAN PAUL SARTRE

© de la fotografía sarutora (fuente flickr ), publicado bajo una licencia Creative Commons

8 comentarios:

  1. El señor Sartre era un sesudo caballero que podría tener razón, pero yo añadiría que, aparte de la forma en que se cuenta, es que se debe tener algo que contar, se debe de buscar una historia que te queme en la piel y que necesites contar... o un anhelo que expresar o un sentimiento que compartir. Así se es escritor.
    ... y ya si te publican, se cierra el círculo y los demás se dan cuenta de que de verdad eres escritor --esto es bromita, jejeje--.
    Besos miles

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  2. Pues yo estoy bastante de acuerdo con él, Lola porque, de hecho, más de una vez he disfrutado con la lectura de un libro sin interesarme demasiado lo que en él se contaba, sólo por la bellísima forma en que el autor ha utilizado el lenguaje. También, en ocasiones, he leído magníficas novelas con una trama tan absorbente y unas imágenes tan vívidas que se me ha pasado por alto disfrutar del hecho del lenguaje. Quizá aunar una buena historia contada con pasión y una forma bella y personal de contarla sólo se dé en ocasiones, o sólo les sea dado a los grandes de la literatura. Hoy prima más la historia original, el golpe de efecto, que el recrearse en las palabras, el jugar con el lenguaje. La literatura es un arte, pero la mayoría de los que hoy en día se dedican a ella son meros artesanos. Lamentablemente, esto se nota también en muchas traducciones, que están hechas por personas que puede que conozcan muy bien un idioma, pero que carecen de formación literaria.

    En fin, que ya tenía yo ganas de volver a estas discusiones que tanta vidilla nos dan.

    Beso.

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  3. Estoy de acuerdo contigo, por supuesto... en parte. He leído textos que se suponían que estaban contados de una forma maravillosa literariamente hablando y no me aportaban nada... sólo palabras expresadas de una forma sublime, bella cáscara vacía. Me gusta tu expresión de «artesanos», porque estoy convencida de que es la expresión que me define a mí a la perfección. Yo tengo historias que contar, no literatura que compartir, porque lo que yo hago no es literatura. Por eso creo que la combinación de ambos valores es lo que proporciona de verdad una calidad de «ser escritor», calidad de la que no todos gozan/gozamos.
    Cierto, yo también echaba esto de menos, pero sobre todo a ti, amigo. :DD

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  4. Lola, ya sabes que lo que dices siempre me hace pensar, y que tus palabras nunca caen en saco roto —lo hacen en un "saco con fondo" :))) —, pero yo no creo que para hacer literatura se tenga que tener necesariamente algo extraordinario que contar. Pongamos por caso, una de las obras cumbre de la literatura universal, Madame Bovary, que lo único que relata son los desvaríos de una adúltera reprimida, y estaremos de acuerdo en que esto no es ninguna gesta heróica digna de ser recordada, porque historias así ocurren a diario en el mundo, pero lo que la hace verdaderamente sublime es la forma en que está escrita. Yo creo que la literatura tiene más parte de —parafraseándote— "palabras expresadas de una forma sublime, bella cáscara vacía", que de historia. Para mí, lo digo siempre, la historia sin literatura es mero entretenimiento, no arte, lo cual no quiere decir que yo no sea capaz de disfrutar de esas historias, si están bien contadas.

    ¡Ay, chiquilla! ¿Cómo he podido prescindir de estas conversaciones tan enriquecedoras durante tento tiempo? Beso.

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  5. Amigo, perdón por la tercera entrada... pero es que he de puntualizar una cosilla: Madame Bovary, en nuestra época, la de ahora... no es un tema novedoso. Pero a mediados del siglo XIX si lo fue, porque rompía con el pacatismo de esa época, con la hipocresía, con la apariencia vana de una sociedad de la que salía mugre cuando uno rascaba un poquito... Del mismo estilo provocador que esta pero en versión española, la maravillosa y muy de la tierra La Regenta. Porque en esa época se empezó cuestionar muchas cosas y la literatura fue reflejo fiel de esa crítica... así que fue muy novedoso y muy existoso, y con razón.
    Siento ser tan cansina... pero disfruto!!
    Besos miles

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  6. ¿Cansina? ¿Perdón por la tercera entrada? ¡Pero si soy yo quien ha de agradecer todas y cada una de tus visitas!

    En efecto, Lola, "La Regenta" sigue una temática similar a la de "Madame Bovary", y si cité esta última fue por su mayor universalidad, aunque he de decir que la de Clarín es mi novela favorita de todos los tiempos, seguida muy de cerca por otra del mismo estilo, "Laura en la ciudad de los santos", de Miquel Llor, de menor difusión que las anteriores pero de una calidad literaria fuera de lo común y que te recomiendo si quieres disfrutar de una excelente novela. Dejando a un lado el fenómeno del bovarismo, rasgo común a todas ellas aunque sus estilos sean distintos, es la forma de contar la historia lo que ha hecho que trasciendan hasta nuestros días como cumbres de la literatura universal. Flaubert tardó cinco años en escribir "Madame Bovary", y no porque la tuviera guardada en el fondo de un cajón por falta de ideas, sino porque era un perfeccionista y corregía hasta la saciedad, con lo cual se nota que es una obra madura y trabajada. En la época ya se trataba el tema en folletines baratos que, por supuesto, no pasaron de eso, y con esto quiero decir que lo que ha hecho que sea una obra trascendental es la forma, más que el fondo.

    Beso.

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  7. ...Y la cuarta como las sevillanas: los dos damos la vuelta a la misma rosquilla, pero por lados opuestos. Tú le das más importancia a la forma, poniendo ejemplos que en su momento fueron una temática rompedora, que no hoy; en su momento destacaron por ser una temática rompedora en forma literaria, claro. Por eso tuvieron éxito y no esos folletines de los que hablas: porque contaron algo interesante de una forma literaria. Pero, pregúntale a alguien si ha leído alguna poesía del Conceptismo... que sólo la entendían cuatro y el gato en su momento; han llegado como joyas, pero joyas desconocidas por el común. Por ello creo que cuando uno escribe debe hacer algo bello y contar algo... que llegue al que lo lee. Esa conjunción, creo, es lo que hace al escritor. Contar cosas sabemos todos, pero literatura sólo la hacen unos pocos. Larra hizo literatura en sus escritos periodísticos, cosa que hoy no existe apenas en la actualidad... hizo crítica-literaria. Fondo y forma y la historia no debe ser maravillosa ni original ni fantástica... sólo ser una historia. Uno puede juntar palabras hasta la extenuación, bellas palabras, que no digan nada, que no contengan nada y no llegar a casi nadie, pero cuando esas bellas palabras, además, aportan algo, dan sustancia a algo, eso es literatura y su autor, un escritor. Por supuesto, no doy preeminencia a la historia... por eso digo que estamos afirmando lo mismo, pero de forma diferente. Creo que en el arte de la escritura debe haber «algo más que bellas palabras» vacías
    ... y chin-pum!
    Eres genial... y me picas!
    Besos miles

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  8. Es cierto, Lola, estamos hablando de lo mismo, aunque cada uno de nosotros pone el énfasis en una de las partes en que estamos diseccionando la literatura. Por supuesto que se ha de contar algo; en caso contrario estaríamos hablando de nada, pero yo me refiero a que me parece más importante el cómo que el qué, puesto que ese "cómo" es lo que diferencia a un hecho literario de otro que no lo es, por muy o nada interesante que sea el objeto del relato.

    Por otra parte, ya me gustaría a mí poseer la capacidad de inventar historias de muchos de los autores que no considero literarios.

    Beso.

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