miércoles, 8 de junio de 2011

Cita



Los escritores burgueses se debían suicidar como clase. Inevitablemente porque la derecha no lee; la izquierda no tiene tiempo, entonces, ¿quién te lee? O bien fracasas espantosamente y te mueres de hambre por ahí vendiendo "kleenex" por las esquinas. O si no fracasas del todo te aburguesas.

FRANCISCO UMBRAL

© ilustración Ricardo Martínez Ortega (El Mundo)

12 comentarios:

  1. Buena reflexión...y eso que él sólo vino a hablar de su libro ;-)

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  2. Tuvo muy buenas reflexiones —cínicas, divertidas, irreverentes, provocadoras—, e hizo muy buena literatura —de lo bueno, lo mejor—, pero yo creo que no fue popular porque no caía bien. Me gustaría que se siguiera hablando durante mucho tiempo de su(s) libro(s).

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  3. Más verdad que un santo.
    Estoy con lo que comentas, Javier.
    Aunque pienso en cuántas acepciones tiene la palabra "burgués": en esencia, o socio históricamente es el espíritu del hombre de acción del que emprende, el ser humano con iniciativa y voluntad por cambiar las cosas y adentrarse en algo nuevo, aventura, en contraposición con el del "quietismo" o perfeccionamiento del individuo en una especie de apartado "del resto"...¿y qué si no es un escritor?..o mejor, ¿no hay error en tan consabidas categorizaciones? Mucha hipocresía y mucha confusión y mucha falta de conciencia pienso, y este hombre precisamente se caracterizaba por todo lo contrario: ahí su gran mérito.
    Beso, me alegra que lo hayas traído.

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  4. Amiga Sofía, categorizar es, sin duda, casi tan malo como generalizar, pero los humanos necesitamos clichés para clasificar información, conocimientos, estímulos... todo lo que llega a nosotros, ya sea por la vía cognitiva o por la sensorial. De todos modos, yo creo, a priori, que la categorización no es perniciosa si se hace sin prejuicios; el mismo Umbral establece categorías en esta cita: escritores burgueses, la derecha, la izquierda... Por otro lado, pienso que hipocresía y confusión las hay en todas partes, entre la derecha, entre la izquierda, entre los escritores... Y, aunque de este fragmento se pueden extraer no pocas discusiones, porque tiene mucha miga, yo me quedo con la frase final, que me parece divertidísima: el aburguesamiento es el último escalafón, antes de llegar al fracaso total.

    Beso.

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  5. No sólo los burgueses, se deberían suicidar los malos, los egocéntricos, los pelmas, los sensacionalistas.... como leía ayer en un artículo de Gómez Rufo, cada escritor se convertirá en el único lector de su propio libro, asi es que ¡venga! Suicidio colectivo, la secta de los escritores suicidas.... y de los poetas ya hablaremos mañana que ahora me voy a vender kleenex a una esquina.
    Antes de irme, a mí este hombre también me cae-caía mal, lo cual no quiere decir que no admire su frase inmortal "he venido aquí para hablar de mi libro" y, también alguna de sus obras magistrales, una de las que me marcaron "Las ninfas" ya no me dejo llevar por mis sentimientos, no me influyen para la literatura, hay gente que me cae bien y que debería estar en el club de los suicidas antes mencionado (como escritores no como personas)
    Me he extendio más que Lola jajajajjaa,
    perdón.

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  6. ¡Es verdad! ¡Lola, que te usurpan el puesto de "enrollada" mayor del reino! :)

    Tienes razón, Ángel, a este paso ocurrirá lo vaticinado por Gómez Rufo, porque salen —salimos— escritores hasta de debajo de las piedras. La omnipresencia de Internet ha permitido la democratización de una literatura mal entendida y todos nos creemos con derecho a escribir, un derecho que está claro que tenemos, aunque estoy completamente de acuerdo contigo en cuanto al suicidio de "los malos, los egocéntricos, los pelmas, los sensacionalistas..." Pero por esa misma libertad que tenemos para escribir, podemos rechazar lo que no queremos leer, que a eso no nos pueden obligar. Lo curioso es que muchos se lanzan a escribir sin tener referentes, ni formación, incluso sin ser lectores, y están creando una pseudoliteratura que, no nos engañemos, tiene cierto éxito. Se me cae el alma a los pies cuando veo páginas o blogs de excelentes autores aficionados sin apenas visitas y, en cambio, hay muchos "escritores-y-poetas-bazofia" con muchísimos seguidores, lo cual me lleva a pensar que el fenómeno de la basura literaria digital no ha hecho más que empezar (esto no quita que también haya mucha escoria impresa).

    Bueno, está visto que ya somos dos compitiendo con Lola :D

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  7. Sr Valls , sabes elegir como nadie las citas.

    PD : Creo que tema enlace solucionado (desde tu perfil de bloger va directo... )
    Eh gracias ¡¡¡

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  8. Eyyyyy, Ángel, no me quites mi sitio enciclopédico-enrollao ni mi semáforo para vender «clines» y ambientadores de pino, que tengo, de lo güeno, lo mejón!
    Este señor, Umbral, era su propio personaje, se reinventaba de forma cotidiana y fomentaba hasta el hastío su imagen de imbécil prepotente. Dicho esto, no niego su valor como escritor... pero aún así, era demasiado prepotente.
    Creo que un señor que tenía tanto éxito en sus escritos, que se le publicaba y que se le leía, que vivía de escribir, no tiene «derecho» -otra vez me falta un sinónimo aceptable- a decir lo que dijo en esa cita. ¿La derecha no lee...? ¿Los de izquierdas no tienen tiempo...? Alguien debió de leerle a él porque vivió... y bien, de lo que escribía y mérito tiene la cosa, porque era un estúpido desagradable -no pretendo insultar: era algo manifiesto y lo digo de forma objetiva-, imagen que él no tenía reparos en fomentar, como ya he dicho. El que ha tenido éxito puede hacer lo que le place... ya no tiene que pelotear a nadie para que le publiquen y/o lean.
    Ahhh, y siendo pobre y de izquierdas: durante mi juventud leía una media de 4 libros al mes, estudié mi carrera de enfermera y trabajé de auxiliar en los veranos... cuando se quiere, se puede. Con esto indico la «ignorante generalización» del comentario de Umbral. Prepotente y equivocado.
    Y sí, lo siento, Umbral me caía fatal...
    Ea, ya menrollé nuevamente, jolínnnn!
    Besos miles para ti, Javier y para todos/as

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  9. Lola, amiga, cada vez me lo pones más difícil... Primero, por la extensión de tus comentarios (que espero se mantenga o siga aumentando [ya sabes que Ángel te va a la zaga :) ]) y, segundo, por su calidad incuestionable (esté de acuerdo o no con ellos, aunque ya sabes que suelo estarlo), a las cuales me siento en la obligación de responder/corresponder como merecen.

    A ver... ¿por dónde empezar? Tal vez por nuestro común " siendo pobre y de izquierdas": yo, a partir de los diez u once años (si no antes), como ya sabía que los Reyes Magos (Papa Noel estaba en pañales) eran los que de verdad te quieren, esos que sí que existen (padres, tíos, abuelos), les pedía libros y ellos, sorprendidos e ignorantes por mis gustos tempranos, me acompañaban a la librería —perdón, LIBRERÍA— y sólo pagaban. Esa es una de las mayores riquezas de las que puedo presumir. Por otro lado, tenía padres, tíos, abuelos, primos, amigos, comida, un buen colegio y algún que otro juguete que, a lo mejor, no era el que yo deseaba tener pero que, al fin y al cabo, era mío.

    En el caso de Umbral —y habría que remitirse a alguna biografía fiable, fuera autorizada o no—, no estoy seguro de que fuera todo tan "fácil": hijo de madre soltera, empezó a trabajar desde niño, pasó hambre y le costó mucho, muchísimo, llegar adonde lo hizo, a base de genio —genio— y tesón. Que después se convirtió en su propio personaje y que fomentaba hasta el hastío su imagen de imbécil prepotente, no lo niego —quizá sea una de las cosas que me atraen de él—, pero hoy en día hay otros escritores que hacen lo mismo y, en cambio, son admirados por las masas, léase Pérez-Reverte. Tal vez este último es más popular por la mala leche, bebida nacional de este raro país que habitamos, pero no hay que confundir mala leche con cinismo: la primera es vulgar, el otro, elegante. No obstante lo que estoy diciendo, no pretendo defender a la persona, sino al escritor y al profundo sociólogo de su entorno (incluso privado) que habitaba en él, que le llevó a afirmar que Madrid es un género literario (lo cual me hace, a la fuerza, enlazar esta entrada con la anterior del blog) y que llegó al éxito, en este caso sí, por méritos propios, merecidamente. Sé que se nota que me gusta, y no es mi intención evangelizar a nadie, pero lo que pediría a quien lo critica sin haberlo leído, a quien lo hace sólo por sus intervenciones mediáticas, es que hiciera lo mismo que Ángel, que se liberara de prejuicios a la hora de leer, por difícil que pueda parecer esto a priori.

    En fin, Lola, estoy de acuerdo, una vez más, contigo: Umbral era un estúpido desagradable... un divino estúpido desagradable.

    Beso.

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  10. Amigo Javier... :DD.
    Sé que a Umbral nadie le regaló nada, nada. Que le resultó difícil llegar al lugar -merecido, indiscutiblemente merecido- tras mucho bregar y penar. Lo sé. Sé que era un escritor magnífico, un pensador y un sociólogo que describió y marcó su época como pocos tuvieron la posibilidad -o la osadía- de hacer. Su cinismo, incuestionable como valor de carácter, no es algo que me repele, al contrario. Yo soy cínica e irónica a más no poder y me gusta la mezcla de este «defectillo» con una sutil inteligencia -que no digo que sea ese mi caso, ojo-. Jamás Reverte con su mezcla de jactancia y cabreo-eterno le llegará ni a la goma de los naúticos...
    Pero en esta entrada Umbral, para mí, la ha jorobado. Sin perder de vista que es una cita, un fragmento, la generalización le hace perder valor y objetividad... porque gracias a que le leyeron -y mucho- él, al final, pudo dedicarse sin estrecheces a su don y vivir muy bien de él. En esta cita, para mí, da la sensación de que muerde -y escupe- la mano que le da de comer. Jamás seré yo -oh, pobre mortal- la que niegue un genio como el suyo. Pero la boca, en esta cita, le pierde, por muuy genio que fuera...
    Besos miles Javier. Me engullo tu espacio mañana, tarde y noche... soy una abusona. Pero estoy depre y necesito desfogá. Gracias por permitírmelo.

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  11. Está claro, Lola —mi abusona favorita :)— que quien mucho habla mucho yerra (y no me refiero a ti, "malpensá", jajajaaa...). Ahora ya no te replico, pero si esta entrada que nos ha dado tanto juego te provoca cualquier otra pataleta o exabrupto, no tienes más que expresarlo, que "pa" eso estamos (y tú lo sabes). Yo haré lo mismo.

    Beso.

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