viernes, 24 de junio de 2011

Cita



Cuando sea mayor quiero ser un escritor de fragmentos, que es el estado natural de un escritor: escribir fragmentos en el momento en que te vienen a la cabeza cuando vas por el mundo.


fotografía hallada en google sin licencias de reproducción ni autoría explícitas

6 comentarios:

  1. ¡Vale...! Me parece bien su vocación. De todos modos escribir -libros, novelas, poesía...- es reunir una serie de esos fragmentos de una forma ordenada, de tal manera que consiguen cierta continuidad.
    Eso es lo que hago yo... ahora que estoy de pleno en mi cuarta novela, según voy por la calle, en casa, en el curro -bueno, ahí menos-, voy escribiendo en mi cabeza, dándole forma a «los fragmentos» a los diálogos, a la continuidad narrativa que le da forma... ¿Seré ya mayor?
    Besos miles

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  2. No, Lola, no somos mayores en absoluto, al igual que no lo es el autor de la cita; no en el sentido al que yo pienso que se refiere. Él es poeta y escritor de —entre otras— novela histórica, para lo cual ya sabes que se requiere una enorme labor de documentación y otra tanta de imaginación, para unir ficción y realidad. Y creo que se refiere a eso precisamente, a no tener que unir esos fragmentos, que es lo que representa un trabajo —tú lo sabes— de titanes. A mí me ocurre que, de momento, una frase, un olor, una canción, me sugieren uno de esos fragmentos, los que digamos que nacen de la inspiración, que salen solos y, encima, quedan perfectos. El problema viene cuando intentas continuarlos para incluirlos en una novela o en un relato mas largo y se pierde esa frescura —o el sentido— con que nació. O sea, que el estado natural del escritor es ese, el que te produce un inmenso placer al escribir esos fragmentos maravillosos, y lo otro, el trabajo de unirlos en un poema, en una novela, es lo que produce ese desasosiego que tan bien conocemos los que escribimos, que puede llevarte, incluso, a destruir lo escrito a partir de ese maravilloso fragmento inicial. Mis dos novelas inconclusas lo están precisamente por eso, por ese desasosiego que no me deja avanzar.

    Resumiendo —y está visto que resumir no es lo nuestro :)— INSPIRACIÓN versus OFICIO. ¿Qué opinas?

    Beso.

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  3. Yo creo, que no puede ir lo uno sin lo otro. Yo tuve en mi carrera magníficos profesores y otros que eran nefastos. Uno de este ultimo bloque, nos daba anatomía del SNC... todos decían que era una eminencia en la Fac. de Medicina, pero era nefasto dando clase. Ininteligible, lioso y un soberano rollo. Puedes tener en tu cabeza una capacidad creativa sin igual, ser capaz de dar cuerpo a paisajes a mundos a personas. Pero si no eres capaz de plasmarlo por escrito con belleza, con originalidad, con ropajes literarios no se puede ser escritor. El oficio es necesario para dar cuerpo a la inspiración. Y la inspiración sin capacidad no da nada bello ni original: es una mona vestida de mona.
    ;)
    Yo también he construido historias a partir de fragmentos o ideas. De hecho mi novela histórica surgió de una pregunta, de una duda... y me puse a buscar una respuesta escribiéndola. No me pongo a escribir hasta que la historia está completa, con detalles y todo, de principio a fin. Así no me quedo bloqueada porque no sepa cómo hacer seguir el hilo.
    Feliz sábado...
    Besos miles

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  4. Yo también creo que inspiración y oficio van de la mano, pero no me negarás, Lola, que lo que más te hace disfrutar es esa chispa que te viene a la mente en un momento determinado, en respuesta a cualquier estímulo aparentemente insignificante. En cambio, el proceso de creación, el enorme proceso de creación, puede llegar a ser mortificante. Que disfrutemos también con eso confirma que hay que estar un poco chalado para dedicarse a escribir, sobre todo los que no nos ganamos la vida con ello.

    Y, parafraseando al autor de la cita, diré que, cuando sea mayor quiero ser como tú, porque yo, aunque tenga clara la historia que quiero escribir, sí que me quedo bloqueado, y no pocas veces.

    Feliz fin de semana también para ti.

    Beso.

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  5. Me había perdido esta cita y eso si que es imperdonable. Me encanta lo de los fragmentos. A veces unas pocas líneas dicen mucho más que 4400 folios repletos de chorradas infumables.

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  6. Y no solo eso, Anita, sino que la frescura con que se han escrito esas pocas líneas iniciales —esos fragmentos— se pierde por el camino, mucho antes de llegar a esas 4400 páginas, lo cual se puede llegar a traducir en bostezos por parte del lector. ¿Por qué, si no, subrayamos frases o párrafos de los libros que leemos? Para quedarnos con esas líneas que son las que nos llegan, las que queremos recordar.

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