Seguro que sí, Anita. Parece ser que a este hombre le iba la brevedad: con su cuento del dinosaurio ha pasado a la posteridad; veremos qué ocurre con esta cita...
Pues demostración clara de que lo breve no tiene porque ser bueno. Las metáforas son necesarias en la literatura, en la vida diaria, ¿por qué huir de ellas? En todo caso habrá que huir de los tópicazos metafóricos que usan algunos malos escritores hasta la saciedad: "Las perlas del rocio; las rosas de tus labios". Pero en cuanto a una buena metÁfora, una buena metonimia, sinécdoque o una buena sucesión de ambageshay que quitarse el sombrero porque eso es la literatura. Además, a quien se debe hacer feliz es al lector no al escritor ya sea de los malos o los buenos.
Y dale con los «sobraos»... No se puede criticar lo que hacen otros escritores para ensalzarse uno mismo. Cada escritor tiene su estilo, cada uno escribe como le da la gana o puede. Quizá es que este señor hace del defecto una virtud: como no tiene capacidad imaginativa/creativa tal que le permita escribir o recrear una imagen en forma de metáfora... hace creer que lo suyo es lo mejor y lo de otros lo «malo». Es como la manida crítica de que utilizar adjetivos proporciona el pelaje del mal escritor... ¡¡Ainssss!! El lenguaje está para crear y las posibilidades de creación son infinitas. Nadie puede arrogarse el soberbio poder de establecer qué es o que no es bueno. Aunque como dice Ángel, las sobadas/manidas metáforas «cantan» la falta creativa de su autor. Yo ni huyo de las metáforas ni las busco... si me las encuentro y me gustan, bienvenidas sean. Besos miles P.S. mi tono, quizá, vehemente no supone enfado... ;)
Ángel, que te me aceleras, que es "lo bueno, si breve, dos veces bueno", no lo breve por el mero hecho de serlo, jajaja...
Las metáforas, como todas las figuras retóricas, están al servicio de la literatura, bien sea para embellecerla o para hacerla más comprensible. Está claro que no se debe abusar de ellas ni repetirlas hasta la saciedad porque al final llegan a rechinar, como las de los ejemplos que tú has puesto.
Si hacemos caso de lo que dice Monterroso, resulta que Borges sería un pésimo escritor, ya que dedicó gran parte de su tiempo a la busca de las metáforas esenciales, aunque también es cierto que no aconseja su uso (imagino que el de las excesivamente manidas).
Yo no reniego de la metáfora, ni de nada, siempre que contribuya a hacer más asequible o agradable mis lecturas.
Lola, mi vehemente y querida Lola, jajaja... Yo no puedo criticar la capacidad imaginativa o creativa de Monterroso, puesto que lo único que he leído de él es el famoso cuento al que me refería más arriba y, la verdad, es imposible que con siete palabras me pueda hacer una idea de la obra global de este señor, pero coincido contigo en que ni él ni nadie puede decir al resto de escritores cómo han de trabajar, o que si no lo hacen siguiendo los parámetros que él establece, resulta que no son buenos.
Las metáforas en literatura son como la sal en la comida: si no pones, se queda sosa, si te pasas, resulta incomible... ¿no estará la virtud, pues, en la sabia utilización de los condimentos?
Hilando el comentario con que he respondido a Ángel, os pego el enlace a un discurso de Borges sobre la metáfora:
Pues no sé yo, Sofía, si tiene un concepto equivocado de la metáfora o que su ego es tan grande que le obliga a intentar proyectarse en todos y cada uno de nosotros pero, si todos escribiéramos como él, si todos escribiéramos igual, qué aburrimiento ¿no?
Oyes... ¿por qué no compartes con nosotros lo de la traviesa intención, que no lo pillo? Anda, jo.
¿a quién debe hacer feliz una metáfora?...o bien el autor se está quedando con el pueblo porque su misma cita es una pura metáfora (lleva más allá de lo que dice, que es lo que esencialmente es una metáfora), o sea, escribe un libelo con el ánimo de provocar, o bien es lo que tú dices. En cualquier caso me atrevía a enmendarle la plana en mi comentario, a él o a tu interpretación (ya sabes, todo esto en broma), por eso lo de "traviesa"...:)) Un beso
Es una pose, como la de los escritores que dicen que odian los adjetivos. Vamos a ver, si no podemos escribir con adjetivos, ¿para qué están? Que desaparezcan entonces...
Lo que está claro es que no se debe abusar de ellas, pero no se puede ser tan categórico e insultante como este buen hombre, al menos en esta frase que nos ocupa.
Curioso. Pero seguro que es cierto.
ResponderEliminarSeguro que sí, Anita. Parece ser que a este hombre le iba la brevedad: con su cuento del dinosaurio ha pasado a la posteridad; veremos qué ocurre con esta cita...
ResponderEliminarPues demostración clara de que lo breve no tiene porque ser bueno.
ResponderEliminarLas metáforas son necesarias en la literatura, en la vida diaria, ¿por qué huir de ellas? En todo caso habrá que huir de los tópicazos metafóricos que usan algunos malos escritores hasta la saciedad: "Las perlas del rocio; las rosas de tus labios". Pero en cuanto a una buena metÁfora, una buena metonimia, sinécdoque o una buena sucesión de ambageshay que quitarse el sombrero porque eso es la literatura. Además, a quien se debe hacer feliz es al lector no al escritor ya sea de los malos o los buenos.
Y dale con los «sobraos»...
ResponderEliminarNo se puede criticar lo que hacen otros escritores para ensalzarse uno mismo. Cada escritor tiene su estilo, cada uno escribe como le da la gana o puede. Quizá es que este señor hace del defecto una virtud: como no tiene capacidad imaginativa/creativa tal que le permita escribir o recrear una imagen en forma de metáfora... hace creer que lo suyo es lo mejor y lo de otros lo «malo». Es como la manida crítica de que utilizar adjetivos proporciona el pelaje del mal escritor... ¡¡Ainssss!!
El lenguaje está para crear y las posibilidades de creación son infinitas. Nadie puede arrogarse el soberbio poder de establecer qué es o que no es bueno.
Aunque como dice Ángel, las sobadas/manidas metáforas «cantan» la falta creativa de su autor.
Yo ni huyo de las metáforas ni las busco... si me las encuentro y me gustan, bienvenidas sean.
Besos miles
P.S. mi tono, quizá, vehemente no supone enfado... ;)
Ángel, que te me aceleras, que es "lo bueno, si breve, dos veces bueno", no lo breve por el mero hecho de serlo, jajaja...
ResponderEliminarLas metáforas, como todas las figuras retóricas, están al servicio de la literatura, bien sea para embellecerla o para hacerla más comprensible. Está claro que no se debe abusar de ellas ni repetirlas hasta la saciedad porque al final llegan a rechinar, como las de los ejemplos que tú has puesto.
Si hacemos caso de lo que dice Monterroso, resulta que Borges sería un pésimo escritor, ya que dedicó gran parte de su tiempo a la busca de las metáforas esenciales, aunque también es cierto que no aconseja su uso (imagino que el de las excesivamente manidas).
Yo no reniego de la metáfora, ni de nada, siempre que contribuya a hacer más asequible o agradable mis lecturas.
Un abrazo.
Lola, mi vehemente y querida Lola, jajaja... Yo no puedo criticar la capacidad imaginativa o creativa de Monterroso, puesto que lo único que he leído de él es el famoso cuento al que me refería más arriba y, la verdad, es imposible que con siete palabras me pueda hacer una idea de la obra global de este señor, pero coincido contigo en que ni él ni nadie puede decir al resto de escritores cómo han de trabajar, o que si no lo hacen siguiendo los parámetros que él establece, resulta que no son buenos.
ResponderEliminarLas metáforas en literatura son como la sal en la comida: si no pones, se queda sosa, si te pasas, resulta incomible... ¿no estará la virtud, pues, en la sabia utilización de los condimentos?
Hilando el comentario con que he respondido a Ángel, os pego el enlace a un discurso de Borges sobre la metáfora:
http://loslaberintosdeltiempo.blogspot.com/2007/10/borges-y-la-metfora.html
Beso vehemente :)))
PS. Confieso públicamente, una vez más, mi absoluta adoración por los adjetivos.
Cuando sepa escribir , se lo comento Sr.Valls.
ResponderEliminarA mí me parece que este hombre tiene un concepto equivocado de lo que es una metáfora...
ResponderEliminar:D
me río con traviesa intención, ;)
Un beso, Javier
¿Cuando sepa escribir usted, o yo, Sra. Poma? jajaja...
ResponderEliminarPues no sé yo, Sofía, si tiene un concepto equivocado de la metáfora o que su ego es tan grande que le obliga a intentar proyectarse en todos y cada uno de nosotros pero, si todos escribiéramos como él, si todos escribiéramos igual, qué aburrimiento ¿no?
ResponderEliminarOyes... ¿por qué no compartes con nosotros lo de la traviesa intención, que no lo pillo? Anda, jo.
Beso.
¿a quién debe hacer feliz una metáfora?...o bien el autor se está quedando con el pueblo porque su misma cita es una pura metáfora (lleva más allá de lo que dice, que es lo que esencialmente es una metáfora), o sea, escribe un libelo con el ánimo de provocar, o bien es lo que tú dices.
ResponderEliminarEn cualquier caso me atrevía a enmendarle la plana en mi comentario, a él o a tu interpretación (ya sabes, todo esto en broma), por eso lo de "traviesa"...:))
Un beso
Señor Valls. La duda ofende¡¡¡¡ Por supuesto, la que suscribe.
ResponderEliminar:)))
¡Ay, Poma! Que aquí todos somos aprendices... ;)
ResponderEliminarPues a mí me gustan, ayudan muchas veces a entender el tecnicismo con el que muchos hablan.
ResponderEliminarEs una pose, como la de los escritores que dicen que odian los adjetivos. Vamos a ver, si no podemos escribir con adjetivos, ¿para qué están? Que desaparezcan entonces...
ResponderEliminarLo que está claro es que no se debe abusar de ellas, pero no se puede ser tan categórico e insultante como este buen hombre, al menos en esta frase que nos ocupa.