jueves, 1 de septiembre de 2011

"Mientras escribo". Extracto



[...] mentiría si dijera que no hay escritores malos. Lo siento, pero hay un montón.

[...]

Los escritores se ordenan siguiendo la misma pirámide que se aprecia en todas las áreas del talento y la creatividad humanos. Los malos están en la base. Encima hay otro grupo, ligeramente más reducido pero abundante y acogedor: son los escritores aceptables, que también pueden estar en la plantilla del periódico local, en las estanterías de la librería del pueblo o en las lecturas poéticas a micrófono abierto.

[...]

El tercer nivel es mucho más pequeño. Se trata de los escritores buenos de verdad. Encima (de ellos, de casi todos nosotros) están los Shakespeare, Faulkner, Yeats, Shaw y Eudora Welty: genios, accidentes divinos, personajes con un don que no podemos entender, y ya no digamos alcanzar.

STEPHEN KING
"MIENTRAS ESCRIBO"

©ilustración AZRainman (fuente flickr), publicada bajo una licencia Creative Commons

12 comentarios:

  1. Confortan sus palabras, saber que alguien, y no precisamente menor por mucho que el género que cultive pueda ser considerado así por algunos, aún sabe mirar, concluir, pensar, etcétera, todas éstas básicas cualidades de las que se supone la mente humana está adornada. Suele ir acompañada la cordura con la más sana de las de las luces (sic desde mi mente porque es en modo irónico esta última frase, :).)
    Buenos días, Javier

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  2. No me resisto a dejártelo, mira lo que acababa de escribir justo antes de abrir el explorador y llegar aquí:

    Si alguien conserva la cordura,
    es hora ya de que dé la lata
    y la comparta, bien abierta.

    Aunque no me refería exactamente al tema escritura, al ser medio practicante de ella no puedo negar que lo haya escrito influida también por la percepción del ambiente en este gremio.
    Besos

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  3. Buenos días, Sofía.

    ¡Ay, la cordura, tan fugitiva cuando más necesaria es! Pero sí, es bueno conservarla, no perder de vista lo que es cada uno, saber lo que puede esperar de uno mismo, lo cual no significa que no haya de mediar el afán de superación.

    En el caso del autor de la cita el afán de superación ha ido a la velocidad de la luz, y es admirable su honestidad al reconocer sus limitaciones literarias, siendo como es el tercer escritor mejor pagado del mundo, pero el tema de los géneros mayores o menores es delicado porque ¿qué es más importante, lo que se escribe o cómo se escribe? La novela negra, tan en auge y reivindicada hoy en día, ha tenido y tiene todavía multitud de detractores y uno de sus máximos exponentes "clásicos", Raymond Chandler, considerado por muchos uno de los grandes, es un escritor de quiosco para otros.

    Eso, si alguien conserva la cordura...

    Beso.

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  4. Estoy... en general, de acuerdo con Stephen King. Y discrepo un pelín con Sofía... no creo que sea tan humilde. Él se incluye en el nivel de los escritores buenos de verdad, en el tercer nivel. Porque sí, King escribe muy bien, da miedo y es bueno... yo soy fan suyo y asidua lectora de sus libros; pero su literatura no es demasiado elevada que digamos y no por el tema, precisamente. Poe o Bécquer se dedicaban al género y escribían literatura de la mejor. Por eso S. King es un magnífico contador de historias, magnífico, pero de literatura modesta, sin grandes pretensiones; creo que se mira a sí mismo con demasiada generosidad. No creo que le corresponda el nivel en el que se auto-ubica.
    Pero he de añadir algo --si no, no sería yo misma--, en el grupo de «los escritores aceptables», que él cuenta como si no les hubiera publicado nadie o no tuvieran excesiva difusión, están el 90% de muchos de esos que tienen la suerte de que les publiquen y que son best-sellers nadie sabe muy bien por qué, dado que tanto sus historias como su literatura deja tela que desear. He estado tentada de decir unos cuantos nombres, pero he preferido no hacerlo... y tres o cuatro de ellos son top-ventas en novelas históricas (¿¿Históricas?? ¡¡¡jajajajajajajaja...!!!)
    Estos ranking clasificatorios suelen tener estos fallos... ¿dónde se mete uno mismo? ¿Cómo ser realista y modesto a la vez? ¿Cómo mostrar que muchos no deberían estar ahí, donde están y vendiendo a porrillo sin merecerlo y no parecer pretencioso? Por eso amigo Stephen King mejor no hacerlos... aunque insisto, en la cumbre que usted muestra y en la base de los malos malísimos no están los que deberían. Hay demasiado escritor buenísimo que nadie lee porque las editoriales no les publican, no porque sean mediocres. La condescendencia de la afirmación de S. King sobre este grupo me produce grima.
    Besos miles

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  5. Errata y corrección:
    Donde dice:
    «...en el grupo de «los escritores aceptables», que él cuenta como si no les hubiera publicado nadie o no tuvieran excesiva difusión, están el 90% de muchos de esos que tienen la suerte de que les publiquen y que son best-sellers nadie sabe muy bien por qué, dado que tanto sus historias como su literatura deja tela que desear.»
    Debería decir:
    «...en el grupo de «los escritores aceptables», que él cuenta como si no les hubiera publicado nadie o no tuvieran excesiva difusión, DEBERÍAN ESTAR el 90% de muchos de esos que tienen la suerte de que les publiquen y que son best-sellers nadie sabe muy bien por qué, dado que tanto sus historias como su literatura deja tela que desear.»
    perdón... ;)
    Besos miles... más.

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  6. Es que con los escritores pasa como con todo. Los hay malos, correctos y espectaculares. Pero, en mi opinión, el colocarlos en un saco u otro no depende, en ocasiones, de su buen hacer, sino de muchas otras cosas. Por eso acaba confundiéndose lo bueno con lo vendido. Lo bueno con lo popular. Gran error, pero somos así.

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  7. Yo en esa pirámide pondría más escalafones, tres me parece poco. Por debajo de los malos están los insufribles y por ahí debería haber un escalafón de superventas pero mediocres. De todos modos tiene razón Anita, a mí me ha gustado muchísimo el último libro de Javier Marías y hay lectores que no pudieron pasar de la página 20, entonces para mi está en lo alto de la pirámide cuando para otra persosna está en la base.

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  8. jajaja... Lola, es cierto, no serías tú misma, y me encanta que seas así, pues eres de las personas que elevan el nivel de un blog modesto como el mío. Sigo unos cuantos blogs, pocos, pero bien escogidos (hablo solo de los literarios), que no le llegan a la altura del betún al mío por la poca o nula falta de nivel de los comentaristas, comentaristas de esos que se ven obligados a decir "¡fantástico" o "qué bonito", o "me lo llevo a mi muro"... ¡coño! Si no tienes nada que decir, pues no lo digas, y tan amigos! Pues no, no es así, y en mi caso, me han salido los comentaristas respondones, con lo cual me obligan a pensar y pensar mis respuestas más de la cuenta... !Noooo! Es broma; si no he contestado antes ha sido por imperativos profesionales y, además, ya sabéis todos mis visitantes que no me gusta responder a la ligera.

    He leído tu comentario varias veces, y también el fragmento que estamos analizando, y yo creo que S.K. no se incluye en el grupo de los grandes, porque cuando habla de "los escritores buenos de verdad" dice —refiriéndose a los "menores"— que "de encima de ellos (de los escritores buenos de verdad), de casi todos nosotros" están los Shakespeare, etc. Y acaba diciendo de ellos que son "genios, accidentes divinos, personajes con un don que no podemos entender, y ya no digamos alcanzar", y se incluye entre los que no lo podemos llegar a hacer. Aunque a lo mejor estoy diciendo que estás equivocada y lo mío no es más que una interpretación errónea del texto.

    En todo caso, sirva mi comentario como espoleta de uno de tus magníficos rebatimientos, para solaz del resto de visitantes y del que suscribe.

    Beso (gordo).

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  9. ¡Jo... pelines, Noire! Eres especialista en dar en el clavo con cuatro palabras. Cut and paste: "...acaba confundiéndose lo bueno con lo vendido. Lo bueno con lo popular." Esta afirmación es prácticamente una sentencia para los que pensamos lo mismo. He dicho muchas veces, y lo repito ahora, que mis estanterías están repletas de escritores desconocidos para el gran público, pero que poseen una calidad literaria y humanística fuera de lo común, y que me los he comprado en librerías de viejo o en ferias de ocasión, por cuatro perras, y que seguirán siendo ignorados mientras Danielle Steel sigue forrándose a fuerza de escribir sandeces (es la segunda escritora mejor pagada del planeta). Por cierto, os recomiendo encarecidamente la lectura de la novela "Clara Callan", de Richard B. Wright, un canto a la libertad de la mujer, encontrado en un rincón de mi adorada París-Valencia, mi librería preferida del mundo mundial. Me costó cuatro euros ¡CUATRO!

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  10. Está claro que todo es relativo, Ángel, pero hay casos que claman al cielo. Tú y yo lo hemos comentado muchas veces, que mientras hay escritores consagrados que se forran haciendo de la literatura algo vulgar y chabacano, otros —la gran espinita de Lola—, por buenos que sean, jamás saldrán a la luz. También es cierto que, como tú dices siempre, hay demasiados escritores y que habría que matar al menos a la mitad de ellos, y a casi todos los poetas, aunque ahora que te has metido a rapsoda no sé si hago bien en decirte esto :)))

    Sea como sea, existe la oferta y la demanda; siempre ha habido mercadería basta y clientela fina, todo está en ser capaz de escoger con acierto. Estoy con Anita: no es cuestión de meter a nadie en sacos, sino en saber elegir; a partir de ahí, puede haber tantos escritores malos como quieran.

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