miércoles, 5 de octubre de 2011

He sido viento



Dedicado a Julián Arribas, el hombre que escribe poemas bellos con palabras duras, mi amigo.

He sido viento y he dado la vuelta al mundo mil veces al derecho y otras mil veces al revés, y he visto infiernos paradisíacos y paraísos infernales. ¿Más infiernos o más paraísos? ¿Importa acaso más la cantidad que la calidad?

Porque yo, que he sido viento y he dado mil vueltas al mundo al derecho y mil vueltas más al revés, y he visto infiernos y paraísos, soy sabio, y sé que el mal siempre pesa más. Una manzana podrida pudre a todas las que la rodean. Una manzana fresca, jugosa, roja como la sangre joven y brillante como un lucero de la mañana, recién arrancada del árbol en su punto justo de madurez, y todavía húmeda de rocío, es incapaz de sanar a una manzana podrida.

He sido viento, sí, y en una de las innumerables vueltas, no me preguntes si al derecho o el revés, que no lo recuerdo... ¡han sido tantas...! he visto a hombres valientes derramando pintura sobre las crías de foca para que hombres desalmados no las maten a palos. He visto a hombres que queman bosques, que talan selvas, que ponen bombas...

He sido viento y he visto gente sin hogar, niños sin comida, palacios de oro...

He sido viento y hubiera querido no serlo, para no ver hombres matando por dinero, para no ver hombres matando por placer, para no ver hombres matando. Pero lo he sido, he sido viento y he visto hombres torturando hombres, animales, mujeres, niños, ancianos ¡DIOS! No quiero ser viento, no quiero ver...

Pero he sido viento, a mi pesar, y he visto a padres vendiendo a sus hijos, a jóvenes meándose sobre mendigos, pegándoles, he visto a los hombres matarse en el nombre de dios, y traficando con armas, con drogas, con personas, con vidas...

Y he visto el coraje en los rostros nobles de hombres valerosos y mujeres heroicas encadenados ante gobernantes insensibles, indiferentes, fatuos... Y he sido viento, y he visto a esos hombres que gobiernan a los otros hombres cagar sobre unos papeles que empiezan..., perdona, la mierda no me deja ver demasiado bien, pero empiezan por, a ver... sí... “Declaración Universal de los Derechos Hum...”, lo siento, ya no puedo ver más.

Y siendo viento, porque yo he sido viento, he visto mareas negras en playas blancas, pájaros que ya no lo son, porque el alquitrán que apelmaza sus plumas les impide volar, peces muertos por millares, putrefactos, apestando las blancas playas negras. Y yo me pregunto ¿para qué ser viento? ¿para transportar este hedor de muerte?

Pero he sido viento, a pesar de todo, y me he alejado de la Tierra, mucho, mucho, muchísimo más de lo que es capaz de llegar el viento, hasta la Luna, y desde allí he visto este planeta bello y azul, muy azul y muy bello, y he pensado que es una gigantesca mierda envuelta en el papel más maravilloso que te puedas imaginar.

Y hubiera querido ser huracán para arrasar con todo lo malo que he visto, y sólo he sido viento.

Pero... ¿qué es aquello que brilla en la distancia? ¡Sí! Es la sonrisa de un niño feliz. Y eso es suficiente para que desee volver a ser viento, y lo soy, y vuelvo al planeta bello y azul, tan azul y tan bello, y veo arte, y gente sensible, personas buenas, risas sinceras, y... ¿y esa lágrima? ¡Ah, bueno! Es de felicidad...

Y he sido de nuevo viento, y oigo música ¿puede el viento oír? No lo sé, pero yo la oigo, es maravillosa, y bailo haciendo remolinos, y cuando acaba la pieza jadeo, feliz, y me convierto en brisa para acariciar a la gente buena y al planeta tan azul como un mañana de verano.

He sido viento y he visto a un hombre bueno escribiendo poemas bellos con palabras duras, tiempo, muerte, soledad... Y lo he envuelto en un abrazo de aire cálido y le he susurrado al oído: “Eres grande, amigo”, y se le ha erizado la piel.

©texto y fotografía JAVIER VALLS BORJA
marzo de 2006

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