jueves, 20 de octubre de 2011

Reflexiones de un maduro inmaduro. Reflexión nº 1




Nunca he ido de putas. Como lo oyes. Y me pesa, tú, en serio. Pero no es que me pese por el hecho en sí mismo, que también, sino por las calamitosas consecuencias sociales que este pudiera tener. Para mí. De saberse, claro. Naturalmente, ése es un tema que no se puede comentar en el vestuario, ni en el bar, ni en el trabajo, ni con tu cuñado.

Creo que hasta mi madre, tan puritana ella, tan observadora de las costumbres ancestrales, tan mantenedora de la tradición, ella, se escandalizaría. De saberlo, claro.

Y si vivieran mi padre y mi abuelo, ya, ni te cuento. Él (mi abuelo) fue quien llevó a mi padre a su primera cita, igual que hizo mi bisabuelo con él (con mi abuelo), y así, hasta tiempos inmemoriales en los que Eva —en una retorcida fantasía erótica— tendría que hacer de puta para que Adán le pudiera ser infiel. Conmigo no pudieron hacer el paripé iniciático, porque mi infancia y mi adolescencia fueron bastante enfermizas. Guardé mucha cama, pero en soledad, con la única compañía de la radio, eso sí: Elena Francis, zarzuela, el parte...

Y no es que no tuviera visiones y delirios durante esas horas de cama solitaria, que sí, pero son de tal naturaleza que tampoco se pueden comentar en el vestuario, ni en el bar, ni en el trabajo, ni con tu cuñado.

Cuando tu infancia es solitaria, tu adolescencia es desastrosa, siempre vas a remolque de los demás, nunca llegas. Después, de adulto, aprendes el arte del disimulo, pero sigues yendo con el reloj atrasado, con lo cual no son solo las putas ,sino el primer cigarro, la primera borrachera, el primer polvo, aunque después te des cuenta de que el primer cigarro, la primera borrachera y el primer polvo son una auténtica mierda. Pero claro, estas cosas solo se pueden decir aquí; jamás en el vestuario, ni en el bar, ni en el trabajo, ni a tu cuñado.

©texto JAVIER VALLS BORJA
©fotografía bonacheladas (fuente flickr), publicada bajo una licencia Creative Commons

8 comentarios:

  1. Cierto. Jamás lo admitas, niégalo, miente o al menos exagera. Pero nunca confieses esa carencia. Mira que no haber ido de putas... por dios.

    Raúl
    El alma difusa

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  2. Bueno, Raúl, nunca es tarde... :)))

    Saludos.

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  3. En el vestuario, en el bar o en el trabajo no lo sé, pero a mi cuñado fijo que no. De todos modos como él jamás leerá este blog te diré que mi primer cigarro está por llegar, que mi primera borrachera no la recuerdo y el primer polvo, no sé, ¿no fueron las dos cosas en el mismo día?

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  4. ¿Y es necesario hacer todo eso, polvo -con putas-, borrachera, cigarro, para poder afirmar que se ha vivido? ¿Es algo vergonzoso no haberlo hecho? ¿Uno está incompleto si no hace lo que los demás esperan, tal y como los demás esperan...?
    No. No es necesario... lo triste es que alguien crea que sí lo es.
    Lo triste es que los demás esperan de nosotros eso para considerarnos..."completos"
    Disiento de lo que afirman que en vida hay que recorrer ciertos caminos establecidos o subir determinados peldaños para que su vida esté completa. Cada uno debe buscar lo que el cuerpo le pida o la oportunidad le brinde. eso es lo único que te puede ayudar a decirte con satisfacción, que tu vida está completa en experiencias.
    Besos miles

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  5. Es que los cuñados los carga el diablo, Ángel... Yo mismo, como cuñado, soy temible, juas juas juasss...

    De las putas... no nos dices nada, jajajaaaa...
    ¡Vale! Aceptamos la callada por respuesta, que esto tampoco es un confesionario, pero conste que aquí no se le hace ascos a un suculento cotilleo. Por ti queda.

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  6. Claro que no es necesario, Lola, pero los que no vamos de ese palo por la vida somos los raros, y lo somos por rebelarnos contra una sociedad tan extraña y anormal que acepta y exige rituales de este tipo (y otros igual de estúpidos, o más, como las novatadas universitarias) para aceptar a sus componentes. Se me viene a la cabeza aquella magistral frase de Groucho Marx: "Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio".

    De todos modos, los que pasamos de la opinión de los demás en cuanto a lo que nos atañe única y exclusivamente a nosotros, no hacemos las cosas de cara a la galería, aún a riesgo de padecer una cierta exclusión social pero, ¿qué te puede importar el que una serie de snobs no te incluya en su círculo o que critiquen esas cosas que tú haces tan convencido de que son las correctas?

    Beso.

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  7. ¡Ufff qué va!, de eso tampoco. Mi religión me lo impide, hay un mandamiento que dice: "Nunca pagarás por algo que puede salir gratis".

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  8. Ángel... ¿te salen las putas gratis...? JAJAJAJAAAAAA... ¡Que es broma!

    Mira, un reportaje interesante, aunque no haya necesariamente que compartirlo, pero es por aportar puntos de vista:

    http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/2271/Chester_Brown_y_la_alegre_memoria_de_sus_putas

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