jueves, 29 de marzo de 2012

Mesa para dos




Se ha puesto el vestido negro, el del escote en la espalda —es el que mejor le sienta—, y la nueva culotte de encaje, también negra, que es de escándalo: el pecado hecho lencería. Se ha peinado y maquillado en la peluquería, y cuando la manicura le ha preguntado si tenía una cita, ha sonreído enigmáticamente. Canturrea la sintonía de su programa mientras da los últimos toques a la cena. Leyó en algún sitio que él siente verdadera pasión por los percebes y, aunque a ella no le gustan, compró los mejores del mercado y comerá los que sea necesario. La mesa está dispuesta con flores frescas, velas perfumadas y servilletas de hilo. A las diez en punto conectará la radio y se le erizará el vello de la nuca al oír la voz amada. Sirve el vino y brinda con la fotografía descargada de Internet. Cuando él susurre ese "Buenas noches" de locutor nocturno, con esa voz que la trastorna, creerá que se lo está diciendo a ella.

©texto JAVIER VALLS BORJA
©fotografía Destino Paralelos! (fuente flickr), publicada bajo una licencia Creative Commons

8 comentarios:

  1. Lo encientro genial , de los buenos buenos de verdad . Es tan triste, por lo real que es para algunos. Felicidades-

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  2. Sí, Poma, es triste, y sí, es retrato de muchas realidades, de individuos que se agarran a personajes o a ideales, en lugar de arrimarse a las personas de su alrededor.

    Gracias por pasar, por leer, por comentar, por difundir... Gracias.

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  3. ....yo me suelo enamorar de las presentadoras de telediario, pero no soy muy fiel, la verdad...

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  4. No te mortifiques, Rafael, que ellas también son un tanto volubles: a todos nos dicen lo mismo... :D

    Saludos.

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    1. Perfecto relato. Enhorabuena. Yo me acuerdo de La Chica de la Radio, un programa para noctámbulos insomnes que conducía una Isabel Gemio con voz sexy. De los rostros, y almas, de TVE me quedo, sin duda, con Ana Pastor, maravillosa en todos los sentidos.

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    2. Es que la radio, de noche, es mágica. Te hace idealizar a personas corrientes, magnifica situaciones que a la luz del día carecen de importancia, te lleva a creer que eres interlocutor, en vez de "escuchante", como les gusta decir ahora...

      Ana Pastor, amada y odiada por el mismo motivo, por ser profesional, por ser rigurosa, por ser valiente...

      Gracias, José Luis, por el honor que me haces con tu visita y con tus palabras. Un abrazo.

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  5. Acaba usted de describir mis sábados por la noche. Excelente relato basado en mi vida.

    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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    1. Pues espero que no me pida usted parte de los derechos de autor, D. Fernando, porque esto no genera un solo céntimo :)
      En todo caso, mil gracias por leer y por comentar.

      Un saludo (y un deseo de mejoría para la noche de sus sábados).

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