Estas flores están muertas. De ellas solo queda la imagen que ves y tal vez un tique de compra olvidado en el fondo de un cajón. Como resumen de la vida tal vez sea algo apresurado, soy consciente de ello pero, ¿y si realmente la vida es eso?
© texto y foto JAVIER VALLS BORJA
diciembre 2016
Y si la vida tuviera ese color, ¿no merecería ya simplemente vivirla?
ResponderEliminar¡Qué gran reflexión, amiga!
EliminarElena nos da pie para seguir pensando en el color. Puede que nos seduzca más ahora, cuando están muertas, porque la intensidad luminosa parece una forma de resistencia, un revolverse contra lo inevitable. Un gesto digno y elegante de quien se sabe ir.
ResponderEliminarHay veces en que lo efímero permanece, es cierto.
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