Yo creo que la fórmula de esa bebida -que no me gusta- se creo por error. Fue un mal sueño de alguien, por ello entiendo lo que dices en tu anuncio... el verdadero talento fruto de la inteligencia no se encuentra: o se tiene o no se tiene. Besos miles
Pues a mí sí que me gusta, Lola, lo que pasa es que no tomo porque tengo un niño de cuatro años al que no dejo que la tome y claro, hay que predicar con el ejemplo.
Tu interpretación de este anuncio por palabras me parece de lo más interesante, sobre todo porque está muy alejado de mi intención al publicarlo. La fórmula de la Coca-Cola es uno de los secretos mejor guardados de la historia, y otorgaría un enorme poder a quien lo conociera pero, ni eso, ni la posesión del Santo Grial, ni de los ficheros de la CIA, ni el saber de dónde ha salido la inmensa fortuna del rey, ni todo el oro del mundo, son intercambiables con una pizca de talento. Puedes comprar a alguien con talento, pero no puedes comprar el talento a nadie.
Si una cosa es complicada, encontrar talento, es misión imposible!
ResponderEliminarPero yo no quiero encontrar, que por ahí lo hay a raudales... Yo, lo que quiero ¡es poseer!
ResponderEliminarYo creo que la fórmula de esa bebida -que no me gusta- se creo por error. Fue un mal sueño de alguien, por ello entiendo lo que dices en tu anuncio... el verdadero talento fruto de la inteligencia no se encuentra: o se tiene o no se tiene.
ResponderEliminarBesos miles
Pues a mí sí que me gusta, Lola, lo que pasa es que no tomo porque tengo un niño de cuatro años al que no dejo que la tome y claro, hay que predicar con el ejemplo.
ResponderEliminarTu interpretación de este anuncio por palabras me parece de lo más interesante, sobre todo porque está muy alejado de mi intención al publicarlo. La fórmula de la Coca-Cola es uno de los secretos mejor guardados de la historia, y otorgaría un enorme poder a quien lo conociera pero, ni eso, ni la posesión del Santo Grial, ni de los ficheros de la CIA, ni el saber de dónde ha salido la inmensa fortuna del rey, ni todo el oro del mundo, son intercambiables con una pizca de talento. Puedes comprar a alguien con talento, pero no puedes comprar el talento a nadie.
Beso.